MS 419 integrará los Hábitos de la Mente y los Cuatro Elementos del Aprendizaje Personalizado en su currículo: voz, co-creación, construcción social y autodescubrimiento (adoptado del texto, Estudiantes en el Centro de Aprendizaje Personalizado con Hábitos de la Mente por Bena Kallick y Alsion Zmuda). Este marco asocia a educadores y estudiantes como co-creadores en el proceso educativo. Como respuesta a la pandemia de covid-19, este enfoque permitirá a la comunidad reinventar la experiencia escolar al convertir el aula en un entorno autodirigido y centrado en el alumno. A su vez, los estudiantes se involucran en un trabajo que es más diverso y los maestros asumen el rol de entrenadores con una mentalidad de crecimiento, lo que da como resultado individuos con mentalidad de éxito.
Voz
En una cultura de aprendizaje personalizado, cada miembro es visto como un participante respetado y valorado. El empoderamiento proviene de un entorno en el que los estudiantes reconocen el poder de sus propias ideas y reconocen el cambio que puede ocurrir al estar expuestos a las ideas de otros. El ambiente es de discurso en el que se fomentan múltiples perspectivas.
Co-Creación
La co-creación es un acto de invitación, que significa respeto y confianza en los demás en la mesa de diseño. La participación regular y el compromiso en la creación conjunta de actuaciones y acciones constituye una oportunidad para que los estudiantes ejerciten sus músculos innovadores y creativos.
Construcción social
Los alumnos construyen ideas a través de las relaciones con otros mientras teorizan, investigan y desarrollan en pos de un objetivo común. La construcción social ocurre cuando los alumnos buscan información, ideas y perspectivas para guiar el desarrollo de tareas consultando a expertos o compañeros que tienen un conocimiento íntimo del tema y utilizando a otros como caja de resonancia para trabajar a través de ideas o obstáculos.
Autodescubrimiento
Nuestro objetivo final es que los alumnos se vuelvan autodirigidos y capaces de manejarse a sí mismos en una variedad de situaciones. Esto ocurre a medida que los alumnos descubren cómo navegan a través de los desafíos que se han propuesto: cómo comienzan a dar sentido a un problema o cómo generan una idea, cómo manejan la frustración de no hacerlo bien por enésima vez, y cómo trabajan a través de revisiones o callejones sin salida al analizar lo que sucedió.
